Hace ya unos añitos que por primera vez pensé en hacer broches y pendientes con gominolas, y tuvieron muy buena aceptación! Fue una de esas cosas que dejas de hacer y te olvidas de ellas, con la de gominolas preciosas que hay en los quioscos!! (O tiendas de chuches, los quioscos están en peligro de extinción!)
El caso es que el proceso es sencillo, pero no es rápido, y sí un poco doloroso! Porque consiste en dejar que las gominolas se endurezcan durante un tiempo, y para eso hay que dejarlas al aire...¡y no comérselas! Con el punto de dureza adecuado, ya se pueden montar y barnizar al gusto, y el resultado, ¡que casi están más apetecibles!
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