Me daba algo de pereza, lo reconozco, y es que el fimo requiere echarle un rato. Hay que tener delicadeza para hacer dibujos con él, o figuritas que tengan detalles, no es algo que se haga rápido, y no sé cómo me las apaño para tener mil herramientas alrededor cuando me pongo con él. Por eso hacía años que no trabajaba con este material, que tiene tantas técnicas, aplicaciones y colores como ideas (felices) que se nos ocurran.
Así que este retorno al fimo ha venido de una nueva técina, que combina el aluminio plano con la masa. La primera creación son unos sencillos pendientes rosas, prometo más y mejor!
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